Reconocen labor literaria puertorriqueña
El libro “¡Achú, achú, Pirulo!” de la autora puertorriqueña Pamy Rojas Otero, fue reconocido como uno de los libros infantiles de justicia social recomendados por parte de la organización “Social Justice Books” y “Teaching for Change” para los maestros y educadores que fomentan cambiar el mundo mediante la lectura y redacción.
“No esperaba esa publicación. Me enteré porque realicé una búsqueda del libro en Internet y me apareció”, explicó la escritora.
La historia infantil se sitúa en el mar cuando el manatí llamado Pirulo, se enferma por los efectos de la contaminación en Puerto Rico. Por medio de él, los niños se unen a la aventura y se transportan por el uso de ilustraciones atractivas.
“Queríamos cuidar lo visual porque en estas edades (de 5 a 12 años), aunque el texto es fundamental, tiene que ir acompañado de imágenes que sean llamativas, y entiendo que logramos nuestro cometido”, comentó Rojas Otero.
La reseña hacía referencia en el estatus de Puerto Rico, tanto económica como educativamente. De igual forma, la autora del artículo de “Social Justice Books”, Marilisa Jiménez García, indicó que un grupo de académicos creó una herramienta llamada “Puerto Rico Syllabus”, donde incluyen una biografía de recursos para maestros de kindergarten, hasta duodécimo grado.
“Las complicaciones del colonialismo significan que Puerto Rico está sujeto a menudo a condiciones y políticas injustas que generan contaminación y desechos tóxicos”, publicó Jiménez García, en la página web de la organización.
Esta lectura forma parte del proyecto “Cuentos Verdes” de Ecostahlia: Consultores Ambientales, el cual se enfoca en la educación ambiental a través de la literatura.
Su propósito es que los niños aprendan de una manera amena a través de cuentos, fábulas y canciones y surge de la necesidad de fomentar la importancia del ambiente.
Actualmente Rojas Otero visita las escuelas con Pirulo mediante charlas, en las cuales añaden actividades dinámicas donde los estudiantes puedan poner en funcionamiento todos sus sentidos sensoriales.
“Aunque al principio las charlas eran gratuitas, tuvimos que comenzar a cobrar dos dólares por niño debido a que todos los gastos de Cuentos Verdes, los está cubriendo Ecostahlia, y necesitamos tener un ingreso para poder continuar con el proyecto”, explicó Rojas Otero.
Su próxima meta es seguir visitando las escuelas, tener una próxima publicación y darle adiestramientos a los maestros.
Para llevar a Pirulo a las instituciones educativas, los maestros pueden visitar Cuentos Verdes en Facebook o reservar un día a través de su página web.
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